Casi 5.000 subestaciones eléctricas en España, exactamente 4.960, no cuentan con capacidad disponible, lo que representa el 82,4 % de las 6.023 subestaciones analizadas por el Foro Industria y Energía y Opina 360, que agrupan el 97% de los puntos de suministro del país.
El informe, que estudia las infraestructuras pertenecientes a 19 distribuidoras, indica que las comunidades más saturadas son el País Vasco y La Rioja, ambas con un nivel de ocupación del 99,2%.
Asimismo, 24 provincias, casi la mitad del total, superan el 90% de saturación en sus subestaciones, según ha comunicado el Foro Industria y Energía.
La cifra presentada difiere ligeramente de la aportada por la patronal eléctrica Aelec (83,4%), debido a que el estudio incluye más distribuidoras, aunque la tendencia es similar.
País Vasco y La Rioja registran la mayor saturación
A nivel autonómico, el País Vasco y La Rioja lideran la saturación con un 99,2 %. Otras regiones con alta saturación son Aragón (95,6%), Navarra (94,1%) y Andalucía (89,5%).
En términos absolutos de capacidad disponible en megavatios, La Rioja dispone de solo 6 MW y el País Vasco de 7 MW.
Por el contrario, Galicia concentra la mayor capacidad con 1.666,2MW, seguida de Andalucía (1.551,4MW) y Cataluña (1.306,3MW), aunque con limitaciones puntuales.
Las comunidades con menor nivel de saturación relativa son Asturias (26,1%), Canarias (37,9%) y Baleares (38,6%).
Además, seis provincias no cuentan con capacidad disponible en ninguna de sus subestaciones: Almería, Málaga, Albacete, Guadalajara, Álava y Vizcaya.
En total, 24 provincias superan el 90% de saturación, evidenciando la limitación de acceso a la red en muchas zonas. Las que tienen mayor capacidad disponible son Lugo (1.278,7MW) y Barcelona (1.113,9MW).
Impacto en el desarrollo industrial
El Foro Industria y Energía señala que la saturación de la red eléctrica incrementa la incertidumbre en la industria y puede modificar la distribución geográfica industrial.
Destacan que no solo influyen aspectos regulatorios o económicos, sino la imposibilidad técnica de asegurar la conexión de nuevos proyectos, lo que podría afectar la competitividad y el desarrollo industrial. El informe indica también que solo las áreas cercanas a nodos con capacidad pueden acoger nuevos proyectos, mientras que las zonas saturadas limitan la inversión.