Salvaguardar la sostenibilidad a largo plazo de las poblaciones de peces compartidas y garantizar, al mismo tiempo, una competencia leal para los pescadores europeos. Estos son los fundamentos del reglamento para combatir la pesca no sostenible en terceros países, a cuya revisión ha dado luz verde este lunes el Consejo Europeo.
Los Veintisiete han refrendado el texto acordado a principios de junio con el Parlamento Europeo, que ya lo respaldó en el pleno de julio. Ahora, el reglamento modificado entrará en vigor 20 días después de su publicación en el diario oficial de la Unión Europea (UE).
Según la normativa vigente, una vez que se identifica a un país que permite prácticas pesqueras no sostenibles, la UE puede imponer restricciones, como prohibiciones de importación.
El reglamento actualizado aclara el concepto de «falta de cooperación» y ejemplifica los comportamientos no cooperativos entre los que se incluyen la negativa a consultar o a involucrar a todos los países pertinentes en las conversaciones.
El texto también precisa que se puede considerar que un país permite la pesca no sostenible si no coopera, no adopta, implementa o hace cumplir las medidas necesarias, incluidas las de control.