La Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam), ha pedido que se aumenten el número de controles en territorio europeo a fin de gestionar la entrada de almendra procedente de Estados Unidos. La alerta viene motivada tras la detección por parte de la red de alerta rápida de alimentos y piensos europea (RASFF, por sus siglas en inglés) de una partida con unos niveles de aflatoxina tres veces por encima de lo permitido por la legislación de la UE.
Desde la federación insisten que es necesario aumentar los medios para llevar a cabo un control exhaustivo que evite la entrada de almendra contaminada con aflatoxina, ya que “supone un grave riesgo para la salud de los consumidores”,
En concreto, en esta partida de almendra se detectó 29.3µg/kg de este hongo, cuando el límite de la Unión Europea está fijado en 10µg/kg. Según el portal de alertas RASFF, en los meses de agosto y septiembre se han producido hasta 18 avisos de diversa gravedad relacionados con frutos secos con origen en Estados Unidos.
Desde la organización agraria explican que las aflatoxinas son micotoxinas que se producen y proliferan en condiciones de humedad. La almendra española, y en particular la procedente de la Región de Murcia, se produce en terrenos de secano y se recoge directamente del árbol, por lo que mantiene unas condiciones óptimas para consumo humano y con un alto valor nutricional.
Ante la gravedad del problema, el responsable sectorial de Fecoam, Pedro Guerrero ha pedido controles aún más estrictos en puertos y aduanas de España y de toda la Unión, a la hora de controlar la entrada de almendra, pistachos y otros frutos secos desde EE.UU.
Cultivo masivo
Por contra, la almendra producida en EE.UU., se cultiva de manera extensiva con grandes cantidades de agua, para su producción masiva, y sin las limitaciones de fitosanitarios que tienen los productores europeos. Cuando se almacena en condiciones inadecuadas, con índices de humedad muy altos, provoca la aparición de altos niveles de aflatoxinas, que se mantienen a lo largo de su introducción en los contenedores para la importación, hasta llegar a Europa.
Estados Unidos lidera la producción mundial de almendra, con una cuota de cerca del 80 por ciento, mientras que España es país líder en producción en Europa.
Controles en origen
A la hora de la importación de almendra norteamericana, existe un mecanismo de control previo de este producto procedente de EE.UU. Así, la normativa europea establece que podrán aprobarse los controles previos a la exportación realizados por un tercer país en piensos y alimentos inmediatamente antes de su exportación a la Unión, con el fin de verificar que los productos exportados cumplen los requisitos de la UE.
Es decir, esta aprobación por parte de la UE de los controles previos a la exportación implica que estos sustituyen o reducen los controles documentales, de identidad y físicos en la importación a la hora de su entrada a territorio comunitario.
«Reclamamos una vez más un estricto control a la hora de la entrada de almendra norteamericana«, ya que los casos ocurridos demuestran la gravedad de la situación, insisten desde Fecoam. En este sentido reiteran que «llevamos muchos años alertando del peligro que suponen las aflatoxinas, y exigimos a las autoridades competentes del Gobierno de España, por un lado, y de la EU, por otro, el aumento de controles en la entrada de este producto, inmovilizando los que no son aptos para consumo humano».
Piden además al ministro de Agricultura, Luis Planas; a la ministra de Sanidad, Mónica García; y a la ministra de Hacienda, encargada de Aduanas en España, María Jesús Montero, que pongan todos los medios a su alcance para realizar los controles y análisis necesarios y eviten, en la medida de los posible, la entrada en territorio nacional de un producto tan perjudicial para la salud como este.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas en inglés), ha evaluado en diferentes ocasiones el riesgo para la salud que supone la presencia de elevados niveles de aflatoxinas en los alimentos. Todos los estudios llevados a cabo demuestran su carácter genotóxico y cancerígeno, elevando el riesgo de cánceres derivado de su presencia en almendras, pistachos o cacahuetes, entre otros frutos secos.
Entrada sin aranceles
Desde Fecoam recuerdan que, al riesgo por aflatoxinas, hay que sumar el reciente acuerdo comercial alcanzado entre la Unión Europea y Estados Unidos que liberaliza la entrada de frutos secos estadounidenses, mientras que impone un 15 por ciento al producto español para su entrada en el mercado norteamericano.
“Nos encontramos ante una competencia injusta y desigual con producto que puede llegar sin aranceles de forma masiva, y que además puede tener riesgo para la salud”, lo que es “un verdadero ataque a nuestras explotaciones y agricultores, por un lado, y pone en riesgo también a todos los consumidores”.