La brecha generacional y la preferencia por el efectivo frenan el pago con móvil en los comercios españoles, que se ha estacando en torno a un 30-40%, según se desprende del nuevo informe de Nuek, compañía tecnológica especializada en infraestructura de pagos de Minsait (Indra Group).
El estudio ‘Aceptación de pagos en comercios‘, elaborado junto a Analistas Financieros Internacionales (AFI) sobre más de 5.200 encuestas realizadas en España, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, República Dominicana, Uruguay, Italia, Portugal y Reino Unido, analiza cómo el cobro desde teléfonos inteligentes y los modelos por suscripción están «emergiendo como nuevas palancas de competitividad para el comercio».
Entre sus principales conclusiones destaca que aunque una parte «importante del comercio aún opera con terminales tradicionales que limitan la agilidad y la experiencia que demanda el consumidor digital», el punto de venta se ha convertido en el «epicentro del cambio en la industria de pagos».
En el caso de España, la adopción de la tecnología SoftPOS (cobro con móvil/tablet como TPV) es «más limitada» que en América Latina y en otros países cercanos, ya que mientras que Portugal destaca con una tasa superior al 50%, España se sitúa en torno al 30-40%.
«El pago directo desde el móvil es más ágil y económico que un terminal físico, pero su adopción en España avanza despacio», destaca el análisis, que apunta que «la barrera principal no está en la falta de interés de los usuarios, sino en la lenta transición de los comercios hacia nuevas formas de cobro que sustituyan al TPV tradicional«.
En cuanto al QR, en España tiene un papel «marginal y limitado», por lo que «la verdadera transformación vendrá de soluciones que combinan pago móvil, biometría y experiencias invisibles en el punto de venta».