Enagás obtuvo un beneficio neto de 262,8 millones de euros en los nueve primeros meses del año, en contraste con las pérdidas de 130,2 millones registradas en el mismo periodo de 2024. Este resultado está impulsado por plusvalías derivadas de desinversiones, según informó la compañía este lunes.
En concreto, las cuentas recogen la venta de Soto la Marina (5,1 millones de euros) y Sercomgas (9,6 millones de euros), así como la actualización del valor razonable del Gasoducto Sur Peruano (GSP), que supuso un impacto positivo de 41,2 millones de euros tras la publicación del recurso de rectificación.
Descontadas estas operaciones, el beneficio recurrente fue de 206,9 millones de euros, lo que representa una caída del 11,4% frente a los 233,5 millones obtenidos hasta septiembre del año anterior.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) descendió un 11,7%, hasta 505,9 millones de euros, mientras que los ingresos aumentaron un 6,9%, hasta alcanzar los 711,2 millones de euros.
Los fondos procedentes de operaciones (FFO) se situaron en 463 millones, incluyendo 117,3 millones de euros en dividendos recibidos de filiales.
La deuda neta de Enagás se redujo hasta 2.347 millones de euros, es decir, 57 millones menos que al cierre de 2024. El coste financiero de la deuda bruta bajó hasta el 2,2%, desde el 2,7% del mismo periodo del año anterior. El ratio FFO/Deuda Neta fue del 27,4%, ligeramente por debajo del 28,7% registrado a cierre de 2024.
La compañía dirigida por Arturo Gonzalo Aizpiri reiteró que sigue avanzando hacia sus objetivos anuales para 2025, que incluyen un beneficio recurrente de unos 265 millones de euros, un Ebitda cercano a 670 millones y el mantenimiento de una deuda neta en torno a los 2.400 millones de euros, además de un dividendo de 1 euro por acción.