La eficiencia energética global registrará en 2025 un avance del 1,8%, por encima del 1,3% estimado para 2024 pero todavía lejos del objetivo del 4% fijado para 2030 en la COP28 de Dubái. Así lo detalla la Agencia Internacional de la Energía en un informe que sitúa la mejora de este año en economías como India y China.
El documento señala que India alcanzará un incremento del 4%, frente a su media del 1,5% entre 2019 y 2025, mientras que China subirá al 3%, por encima de un promedio inferior al 2% en el mismo periodo. En contraste, Estados Unidos y la Unión Europea registrarán avances de menos del 1% en 2025, lejos del ritmo de ejercicios previos, cuando duplicaban o triplicaban esa tasa.
El resultado global también responde a la ralentización del crecimiento de la demanda de energía, que se situará en el 1,3% tras marcar el 2% en 2024. El fenómeno es más acusado en grandes economías asiáticas. Aun así, la eficiencia no recupera el ritmo cercano al 2% anual observado entre 2010 y 2019 y mantiene desde entonces una media del 1,3%.
La industria, que concentró dos tercios del aumento de la demanda energética desde 2019, continúa condicionando el avance, ya que sus mejoras de eficiencia se mantienen por debajo del 0,5%, frente al 2% de la década anterior. La AIE indica que el mercado pierde capacidad de progreso porque “muchos de los aparatos que se venden ahora no son sino la mitad de eficientes de los mejores”. El informe recuerda que, aunque las bombillas más avanzadas han reducido su consumo a la mitad en 15 años, los estándares mínimos solo han subido un 30%.
Otro foco es la expansión del aire acondicionado, especialmente en economías emergentes. La energía destinada a refrigeración crece por encima del 4% anual desde 2000, impulsada por aparatos con baja eficiencia. Según el análisis, si desde 2019 todas las unidades vendidas hubieran sido las más eficientes disponibles, se habría evitado un aumento de demanda eléctrica equivalente al crecimiento asociado a los centros de datos en ese periodo.
El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, consideró “alentadora” la aceleración observada en 2025, “incluidas las señales positivas en algunas de las principales economías emergentes”. Sin embargo, advirtió de que “los gobiernos deben esforzarse aún más para garantizar que el mayor número posible de personas disfrute de todos los beneficios de la eficiencia” porque esta puede “mejorar la vida y los medios de subsistencia” mediante una mayor seguridad energética.
El organismo recuerda que las acciones de eficiencia aplicadas desde 2000 han reducido las facturas energéticas domésticas en más del 20% en economías avanzadas y que las industrias generan un 20% más de valor por unidad de energía.
