Volotea operará este 10 de octubre el último vuelo entre Asturias y Murcia dentro de 2025 en el Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia (AIRM), lo que pone punto final a una ruta que no figura en su programación para el verano de 2026, y cuya reactivación futura queda en suspenso.
Este hecho adquiere especial relevancia en el perfil operativo del aeropuerto de Corvera, que aún no ha recuperado sus niveles previos a la pandemia. En los primeros nueve meses de 2024 Corvera registró 747.763 pasajeros, lo que representa una caída del 17,3 % frente al mismo período de 2019 (157.065 viajeros menos).
Del total, 650.547 pasajeros (el 87,5 %) correspondieron al tráfico internacional, mientras que el mercado nacional se situó en 93.124 viajeros. En cuanto a operaciones, en ese lapso el aeropuerto gestionó 5.608 vuelos, lo que supone un crecimiento del 3,3 % respecto a 2023, pero aun así 836 movimientos menos que en 2019 (‑12,9 %).
Por su parte, el año 2024 cerró con 907.668 pasajeros, cifra superior a la de 2023 (+3,4 %), pero todavía muy por debajo de los 1.112.513 viajeros contabilizados en 2019 (sumando las operaciones de San Javier al inicio del año). En términos operativos, el aeropuerto gestionó 7.140 movimientos en 2024 frente a los 8.198 de 2019.
La supresión de la ruta Asturias‑Murcia implica que Corvera pierde un enlace nacional más, acentuando su perfil de aeropuerto con predominio internacional y limitadas conexiones domésticas