La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia (TSJRM) ha desestimado el recurso presentado por el trabajador de una fábrica de embutidos contra la sentencia, que declaró procedente su despido tras ser sorprendido cuando llevaba dos carrilleras valoradas en 15,50 euros ocultas en la chaqueta.
La sentencia coincide con el juzgado de lo Social de Murcia, que dictó la resolución recurrida en que los hechos, que fueron descubiertos cuando abandonaba las instalaciones, ubicadas en un municipio de la Región, tienen gravedad suficiente para justificar la procedencia del cese de la relación laboral.
El juzgado declaró probado que los hechos se produjeron en marzo de 2022, cuando el coordinador de seguridad de la empresa le invitó a pasar a una habitación antes de salir del trabajo y, en presencia de un miembro del Comité de Empresa, admitió el apoderamiento de dos bolsas de carrillera, que sacó de los bolsillos de su chaqueta.
El trabajador admitió los hechos, añadía la sentencia ahora confirmada por el TSJRM, y dijo que todo había sido una “tontería”.
La Sala de lo Social dice que los hechos constituyeron una falta de transgresión de la buena fe contractual y abuso de confianza, por lo que el despido estuvo justificado.