Los cacos no descansan ni en fechas navideñas y por eso tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional han tenido diversas actuaciones estos días, tras los robos cometidos en comercios de Bullas y Murcia, que se han saldado con sendas detenciones en dichos municipios.
En Murcia, la Policía Nacional ha detenido a un varón de 51 años, como presunto autor de un robo, en el que usó un bolardo para romer la puerta de un establecimiento y robar la caja registradora de una tienda de menaje en la calle Floridablanca.
La Policía recibía un aviso a las dos de la madrugada, en el que se advertía de la presencia de un varón que, con ayuda de un objeto contundente, estaba fracturando el cristal de la puerta de entrada de un establecimiento del barrio de El Carmen.
Hasta el lugar se desplazaron los agentes más cercanos, quienes pudieron ver a un varón empujando un carro de la compra con una caja registradora y lo que parecía ser un bolardo. El individuo de nacionalidad española, que trató de ocultarse tras un camión, ya había sido detenido en 16 ocasiones. Los agentes lo pusieron a disposición del Juzgado de Guardia de Murcia para la adopción de las medidas cautelares oportunas.
Robo con violencia en Bullas
En el caso de Bullas, la Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado la operación ‘Dylule’ para esclarecer un robo con violencia e intimidación cometido en un comercio del municipio, que ha permitido detener a tres integrantes de un grupo delictivo como presuntos autores del delito. En este caso el robo tuvo lugar en noviembre en un local de apuestas, donde dos víctimas se encontraban dentro del comercio cuando ocurrieron los hechos.
Amenazadas con un arma blanca por dos individuos encapuchados, las víctimas fueron encerradas en el aseo del local, mientras estos fracturaban las máquinas recreativas de las que sustrajeron efectivo y se apropiaron, además de un teléfono móvil de una de las víctimas.
Los guardias civiles constataron que los asaltantes contaban con el apoyo de una de las supuestas víctimas, que colaboró de forma activa para que los dos autores pudieran entrar en el local y materializar el delito.
La mujer abrió la puerta trasera del establecimiento para que los dos atracadores pudieran acceder y cometer el robo. Poco después, estos accedieron y amenazaron con arma blanca, simulando acento extranjero, al camarero y a la mujer, integrante del grupo delictivo que se hace pasar por víctima. Durante el robo, sus autores se apoderaron del efectivo de las máquinas recreativas y del teléfono móvil del camarero.
De este modo identificaron a dos hombres, autores del robo, y una mujer, que les daba apoyo como los integrantes del grupo delitivo. Todos ellos eran vecinos del municipio, con un amplio historial delictivo a sus espaldas, que fueron detenidos en una vivienda de Bullas, donde se les incautaron prendas de vestir utilizadas en el robo y el teléfono móvil sustraído al camarero del establecimiento.