Los padres de un niño de tres años han reclamado 18.300 euros a la Consejería de Educación de la Región de Murcia por las quemaduras sufridas en un muslo tras caerle una sopa en el comedor de un colegio de Molina de Segura. La familia sostiene que hubo un mal funcionamiento del servicio público y que el incidente del comedor ocurrió en abril de 2023.
En la demanda presentada, los progenitores explican que conocieron el suceso cuando el menor regresó a casa y manifestó dolor. Al retirarle la ropa observaron quemaduras, por las que fue atendido en un hospital de Murcia. El colegio les informó después de que la sopa se había vertido de forma accidental durante el servicio de comedor y que las monitoras, tras atender al niño, no apreciaron que la lesión requiriera atención médica.
Los reclamantes consideran que la sopa estaba a una temperatura excesiva y cuestionan que las monitoras no notificaran el incidente ni al centro educativo ni a la familia, lo que, según afirman, habría contribuido al agravamiento de la herida.
El CJRM descarta una relación causal con el funcionamiento del servicio
La reclamación ha sido analizada por el Consejo Jurídico de la Región de Murcia (CJRM), que ha propuesto su desestimación al no quedar acreditado un vínculo directo entre el daño y el funcionamiento del servicio público. El dictamen apunta que no está probado que el retraso en la asistencia médica agravara la lesión.
El CJRM señala asimismo que la normativa de higiene alimentaria exige temperaturas elevadas en la elaboración, conservación y servicio de alimentos y que en este caso “se habrían cumplido al servirse la sopa a 75 grados”. Sobre el incidente, concluye que fue un suceso repentino e imprevisible que se produjo al verterse la comida el propio menor cuando utilizaba la cuchara.