El mercado mayorista de electricidad en España (pool) ha comenzado esta semana a operar con precios cada 15 minutos, en lugar de hacerlo por horas como hasta ahora. El cambio, anunciado por el operador OMIE, implica pasar de 24 a 96 franjas de precios diarias, un paso más en la armonización con el mercado eléctrico único europeo, como exige la normativa comunitaria.
Este sistema ya se aplica en países como Alemania, y su adopción en España responde tanto a obligaciones normativas como a la necesidad de gestionar con mayor precisión una generación cada vez más dominada por tecnologías renovables intermitentes, como la solar o la eólica.
“El objetivo es tener una visión más fidedigna de las mecánicas de oferta y demanda”, explica Miguel Marroquin, socio fundador de la consultora energética Our New Energy, quien subraya que en intervalos más cortos, la señal de precio es más eficaz.
Mayor precisión para una generación variable
La reforma pretende reflejar con mayor claridad los cambios en la oferta energética, especialmente cuando las renovables producen en exceso o escasean. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), fijar precios solo una vez por hora no capturaba correctamente los picos y valles de generación. Con el sistema cuartohorario, esos momentos se muestran “con más precisión”.
Este nuevo esquema facilitará descensos de precio cuando haya abundante generación renovable, y aumentos cuando haya que recurrir a tecnologías más caras y programables, como los ciclos combinados o la hidráulica.
Impacto para el consumidor final: casi imperceptible
Los precios del pool afectan directamente a los usuarios con tarifa regulada (PVPC), que según la CNMC, eran 8,4 millones en 2024, el 28,5 % del total de consumidores. No obstante, el impacto será mínimo, ya que los contadores actuales no miden por tramos de 15 minutos.
Por tanto, la factura seguirá calculándose con datos horarios, aplicando una media de los cuatro precios cuartohorarios de cada hora, según aclara Borja Osta, subdirector de la consultora Selectra.
No obstante, este cambio sí puede facilitar a medio plazo el ajuste de la demanda por parte de industrias o consumidores con capacidad de adaptar consumos a tramos más baratos.
⚙️ Generadores: más responsabilidad, más competencia
En el lado de la oferta, el cambio exige mayor precisión operativa por parte de los generadores eléctricos, independientemente de su tecnología. Desde Grupo ASE, señalan que se requerirá más digitalización y capacidad de adaptación a una mayor variabilidad de precios en tramos muy breves.
Las renovables podrán ajustar mejor sus ofertas al perfil de generación. En cambio, las tecnologías programables deberán poder modular su producción cada 15 minutos, lo que añade complejidad operativa.
Según Marroquin, uno de los grandes beneficiados del nuevo formato serán las baterías, que podrán tomar decisiones más rentables sobre cuándo almacenar o liberar energía. También los ciclos combinados, al poder ajustar su potencia con flexibilidad, ganarán competitividad en este escenario.
¿Más precios negativos?
El nuevo sistema no limita los precios negativos, fenómeno asociado a picos de sobreproducción renovable. Al contrario, desde Grupo ASE anticipan que el sistema cuartohorario los hará “más visibles y precisos”, concentrándolos en intervalos más breves, pero más numerosos.