España necesitará cerca de 44.000 profesionales de recursos humanos en los próximos tres a cinco años para atender las crecientes dificultades de las empresas a la hora de encontrar, seleccionar y contratar talento, según un informe del Instituto de las Ciencias del Empleo y las Relaciones Laborales (ICER).
El análisis, titulado Cobertura de vacantes en España en el escenario de necesidades de talento 2025-2035, señala que, pese a liderar la tasa de paro juvenil en Europa, el país mantiene de media unas 150.000 vacantes sin cubrir, lo que refleja un desajuste estructural entre la oferta formativa y las demandas del tejido productivo.
El estudio destaca que en España se realizan anualmente más de 626.400 procesos de selección, lo que permite dimensionar el volumen actual del sector de los recursos humanos.
Crecimiento por segmento
ICER estima que la demanda de perfiles especializados en selección aumentará de forma significativa en los próximos años. En particular, las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) prevén un incremento anual del 6% al 8% en técnicos de selección, lo que supondría la creación de entre 1.800 y 2.400 nuevos puestos.
En el reclutamiento tradicional, se calcula una necesidad de más de 13.000 profesionales con competencias avanzadas. En cuanto a las plataformas digitales, se proyecta la incorporación de hasta 3.500 nuevos perfiles. Los servicios de headhunting, por su parte, requerirán alrededor de 1.500 personas adicionales.
El informe también prevé una transformación del sector a través de la automatización de procesos mediante inteligencia artificial, una mayor externalización y un incremento en la inversión en formación de los equipos.
Brecha estructural y fuga de talento
ICER alerta sobre la persistencia de problemas estructurales que condicionan esta evolución, como la fuga de talento cualificado y una inversión en I+D por debajo de la media europea. En concreto, España invierte el 1,49% de su PIB, frente al 2,22% de la media en la UE.
El informe detalla que la sobrecualificación afecta al 47% de las personas con empleo, lo que provoca efectos como frustración, precariedad y pérdida de capital humano. A esto se suma que el 43% de los españoles que emigran tienen formación superior, mientras que solo el 16% de los profesionales extranjeros que llegan al país están altamente cualificados.
Formación Profesional y estrategia coordinada
En este contexto, ICER considera que la inversión en Formación Profesional debe consolidarse como respuesta a la sobrecualificación y como vía para ajustar la formación a la demanda real del mercado laboral.
Los datos recogidos por el instituto indican que siete de cada diez egresados de un grado superior encuentran empleo en menos de seis meses.
ICER concluye que la gestión del talento ha pasado de ser un área de soporte a convertirse en un pilar estratégico para la competitividad empresarial y la estabilidad económica. Según el instituto, afrontar el desajuste laboral exigirá una actuación coordinada entre administraciones, sistema educativo y sector privado, con una visión de largo plazo adaptada a las dinámicas del siglo XXI.