Las ventas minoristas de Ikea sumaron 45.100 millones de euros al cierre de su año fiscal, finalizado en agosto, lo que equivale a un retroceso del 5,3% respecto de la facturación récord de 47.600 millones contabilizados en el ejercicio anterior.
Esta caída, justifica la empresa, debe principalmente a los precios más bajos, destacando que este resultado se ha conseguido «a pesar de una economía global en dificultades y una contracción del mercado de muebles para el hogar: «En el año fiscal 2024, redujimos sustancialmente los precios en los 63 mercados, lo que hizo que Ikea fuera más asequible para muchas personas», afirmó Jon Abrahamsson Ring, consejero delegado de Inter Ikea Group.
Como resultado de la reducción de precios, la empresa experimentó en el ejercicio una tendencia al alza tanto en las visitas a la tienda (+4,5%) como en las visitas en línea (+21%), mientras que también aumentaron los volúmenes.
También se ha descontado del total el impacto del tipo de cambio de las ventas totales de la multinacional, incluyendo la comercialización de productos, alimentos y servicios por parte de 12 franquiciados de la multinacional escandinava.