La Agencia de Ciberseguridad de la Unión Europea (ENISA) ha atribuido este lunes a un «ciberataque de terceros» el origen de los incidentes que obligaron este fin de semana a cancelar cientos de vuelos en varios aeropuertos europeos, entre ellos los de Bruselas, Berlín y Londres.
El aeropuerto internacional de Bruselas fue el primero en alertar del ciberataque sufrido el viernes por la compañía estadounidense Collins Aerospace, proveedor externo de los sistemas de facturación y embarque, quien estaba generando importantes interrupciones en sus servicios y en el de otros aeropuertos europeos, entre ellos los de Berlín, Dublín y el de Heathrow en Londres.
Asimismo, el aeropuerto pidió a las compañías cancelar cerca de la mitad de sus vuelos programados para el lunes, aunque la infraestructura informa este lunes de que empieza a recuperar la normalidad.
Dicha situación obligó a los aeropuertos a tramitar las facturaciones y embarques de manera manual, con papel y bolígrafo, lo que retrasó muchos vuelos y obligó a la cancelación de buena parte de las rutas en las primeras horas, aunque las incidencias se han prolongado durante todo el fin de semana.
«ENISA está al corriente de la interrupción de las operaciones aeroportuarias causada por un ciberataque de terceros», señaló un portavoz de la agencia sin dar más detalles sobre quien puede estar detrás de lo ocurrido.
No afecta a la seguridad aérea no control
«La Comisión Europea ha estado vigilando atentamente durante el fin de semana, y sigue haciéndolo, el ciberataque», ha indicado una portavoz comunitaria, quien ha apuntado que pese a las complicaciones y retrasos que ha acarreado el incidente ni la seguridad aérea ni el control del tráfico aéreo se han visto afectados.
En estos momentos, el Ejecutivo comunitario trabaja en contacto con ENISA, con Eurocontrol y con las autoridades nacionales, aeropuertos y aerolíneas para que las operaciones recuperen la normalidad cuanto antes y dar apoyo a los pasajeros afectados.
También ha aprovechado el contexto del ciberataque para llamar a la «plena aplicación», de forma «rápida y eficaz», de la directiva NIS2 que establece obligaciones a los Estados miembro para reforzar la seguridad de las grandes infraestructuras frente a posibles ciberamenazas, al tiempo que ha subrayado que tanto el sector de la aviación como el del transporte en general son consideradas áreas «altamente críticas».