El FMI advierte que la deuda pública mundial superará los 91,5 billones de euros en 2024, alcanzando el 93% del PIB global. Se espera que la deuda continúe en aumento, llegando al 100% del PIB para 2030. Aunque se prevé que en la mayoría de los países la deuda se estabilice o disminuya, existe el riesgo de que los niveles futuros superen las proyecciones actuales, lo que requerirá ajustes fiscales más significativos.
La «deuda en riesgo» podría alcanzar el 115% del PIB en 2026, según el FMI, y las economías avanzadas y emergentes enfrentan diferentes vulnerabilidades. También se señala que la deuda no identificada puede ser mayor de lo esperado, lo que aumenta la preocupación.
El FMI enfatiza la necesidad de una mayor consolidación fiscal para gestionar estos riesgos. Con la inflación moderándose y la política monetaria esperándose más flexible, ahora sería un momento adecuado para ajustar las cuentas públicas. Si no se toman medidas, los países con deuda en aumento, como Francia, Italia, el Reino Unido y Estados Unidos, podrían enfrentar ajustes aún más difíciles en el futuro.
Finalmente, el fondo monetario sugiere que las medidas de ajuste fiscal deben ser bien diseñadas para evitar pérdidas económicas y aumentar la desigualdad, recomendando reformas que prioricen el crecimiento y la protección social.