El presidente del Gobierno de la Región de Murcia, Fernando López Miras, rechazó este martes el nuevo acuerdo comercial de la Unión Europea (UE) con Marruecos sobre productos agrícolas.
«No es admisible que se pueda aprobar en los términos actuales el acuerdo comercial con Marruecos. Debe tener cláusulas espejo, cláusulas de salvaguarda y reforzar los controles de fronteras» reivindicó el presidente autonómico tras reunirse con el comisario europeo de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, en el marco de su visita a Bruselas para participar en la sesión plenaria del Comité de las Regiones de la Unión Europea que se celebra esta semana.
Asimismo, Miras añadió que «los agricultores de la Región de Murcia, de España y de la Unión Europea, no pueden competir en situación de desigualdad con agricultores de terceros países».
Pronunciamiento del Tribunal de Justicia europeo
El 4 de octubre de 2024, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea anuló en una sentencia el acuerdo entre la UE y Marruecos sobre productos agrícolas al considerar que el pueblo del Sahara Occidental no le dio su consentimiento.
No obstante, determinó mantenerlo en vigor doce meses más para evitar las consecuencias de una suspensión inmediata. Tras esta prórroga, los Estados miembros dieron hace dos semanas su visto bueno a la modificación del acuerdo propuesta por la Comisión Europea, lo cual permite la aplicación provisional del nuevo pacto.
La nueva propuesta «extiende las preferencias arancelarias previstas en el acuerdo de asociación entre la Unión Europea y Marruecos a los productos del Sahara Occidental«, explicó a principios de octubre el portavoz de Comercio del Ejecutivo europeo, Olof Gill.
Al respecto, el presidente murciano dijo que confiaba en que el Parlamento Europeo bloqueara el acuerdo «si el Gobierno de España, si Sánchez y sus ministros, no ejerciesen la defensa de los intereses de España«.
Por otra parte, Miras también trasladó al comisario europeo su preocupación por la nueva propuesta financiera de la Comisión, que incluye reducir el número de programas y reestructurar los fondos de cohesión y agrícolas en un fondo nacional.
«En primer lugar, no se le puede quitar la capacidad de decisión y de participación a las regiones y darla toda a los Estados miembros. Y en segundo lugar, con los fondos agrícolas debería quedar reflejado que un mínimo obligatorio tiene que ir para las organizaciones de productores de frutas y hortalizas», añadió.