La alianza entre la Unión Europea y Mercosur no es del agrado de los agricultores franceses, razón por la que han iniciado movilizaciones en diversos puntos de las carreteras y en diversas prefecturas (departamentos) francesas.
En Montpellier, el principal sindicato del sector agrícola francés (FNSEA) se ha concentrado para reivindicar la suspensión de las negociaciones. Por su parte, Coordinación Rural prevé mañana martes acciones en Le Boulou, para interrumpir el paso fronterizo de España en la autopista A9.
Ante esta situación, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) ha pedido al Gobierno de España y a las autoridades comunitarias que intervengan en defensa de los intereses del sector del transporte, ante las protestas de los agricultores franceses contra productos españoles, que han cortado hoy el tráfico.
La patronal les insta a que soliciten a las autoridades francesas que tomen medidas efectivas para garantizar la libre circulación de los camiones españoles, ya que se prevé una concentración en el peaje de Le Boulou, este martes 19 de noviembre.
La CETM ha advertido en un comunicado que allí se realizarán acciones de filtraje que entorpecerán el tránsito de camiones extranjeros, en especial los de transporte internacional que se dirijan hacia y desde España, por parte de Coordinación Rural, cuya presidenta, Véronique Le Floc’h, ha asegurado que también se llevarán a cabo otras grandes acciones en prácticamente todos los departamentos del país.
A estas movilizaciones se une la FNSEA, que planea una serie de protestas, tras la reunión del G20 en Brasil. Los agricultores, en desacuerdo con el tratado de Mercosur, han anunciado su oposición mediante bloqueos que afectarán la movilidad.
«Desde la CETM expresamos nuestra más profunda preocupación por el impacto que estas acciones tendrán sobre el transporte de mercancías por carretera, especialmente en lo que respecta a la seguridad de los conductores y la integridad de las mercancías y vehículos. Estos bloqueos representan, una vez más, un serio obstáculo para el libre comercio entre países y suponen un incumplimiento del derecho a la libre circulación de viajeros y mercancías», señalan.
Desigualdad en el comercio entre Mercosur y España
En cuanto al comercio hortofrutícola con Mercosur, la patronal Fepex ha señalado las diferencias que existen en la balanza comercial de España con los países de Mercosur.
Hasta agosto de 2024, España exportó frutas y hortalizas por valor de 39 millones de euros, mientras que las importaciones alcanzaron los 149 millones de euros.
Por esta razón, para Fepex, el comercio con Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay es muy limitado y deficitario para España, que ha exportado a estos paises hasta agosto de 2024 31.979 toneladas, siendo Brasil el primer destinatario, con 26.253 toneladas, un 28% menos que en el mismo periodo de 2023, por un valor de 35,4 millones de euros (+3%).
La exportación española a Argentina en el mismo periodo se situó en 1.548 toneladas (-28%) por un valor de 2 millones de euros, (-24%) y la dirigida a Uruguay ascendió a 1.858 toneladas por un valor de 1,2 millones de euros, mientras que a Paraguay no se exportó.
En cambio, las importaciones hortofrutícolas españolas a los países de Mercosur ascendieron a 107.537 toneladas, por un valor de 148,6 millones de euros, según los últimos datos actualizados del Departamento de Aduanas para el periodo de enero a agosto.
Al igual que en las exportaciones, en las que Brasil es el primer destinatario de las frutas y hortalizas españolas, en las importaciones es el primer proveedor, desde donde se compraron 88.746 toneladas (+5%) por un valor de 125,6 millones de euros (+5%).
Las importaciones procedentes de Argentina totalizaron 16.460 toneladas (-42%) y 21,3 millones de euros (-25%), las de Uruguay se situaron en 2.164 toneladas (-33%) y 1,6 millones de euros (-44%) y las de Paraguay fueron 167 toneladas (-29%) y 159.000 euros (-17%).
La manifestación protagonizada por agricultores comunitarios en Bruselas, ante las informaciones de que el Acuerdo podría firmarse en la próxima cumbre del G-20, en Rio de Janeiro, el 18 y 19 de noviembre, es un ejemplo del amplio rechazó que ha habido a la conclusión definitiva de este acuerdo desde que se alcanzó en 2019, tanto por parte de sectores, instituciones y Estados miembros, según Fepex.
En el pleno de octubre de 2020, el Parlamento Europeo, aprobó un informe sobre la aplicación de la policía comercial comunitaria, en el que se incluyó una enmienda a favor de no aprobar el Acuerdo entre la UE y Mercosur en los términos acordados, haciendo hincapié en los perjuicios medioambientales.
En cuanto a los Estados miembros, Francia, ha rechazado la firma desde el principio y lo sigue haciendo, como manifestó el primer ministro, Michel Barnier esta misma semana.
El Parlamento de Países Bajos también lo rechazó en junio de 2022 y Alemania también mostró su oposición en septiembre del mismo año.
España por el contrario ha sido firme defensora del acuerdo desde que se alcanzó, en 2019, con múltiples declaraciones a favor por parte de los responsables de los ministerios implicados, entre otros el Ministerio de Agricultura, o la Secretaría de Estado de Comercio, dependiente, en esta legislatura, del Ministerio de Economía.