El Comité de Empresa del Hospital Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ha anunciado la desconvocatoria de la huelga y la cancelación de las concentraciones previstas, centrando ahora sus esperanzas en la llegada del Grupo Ribera, que asumirá pronto la gestión del centro hospitalario.
Los trabajadores del hospital afirman que llevan años luchando por mejorar sus condiciones laborales. En este sentido, creen que con Ribera al mando podrán avanzar hacia un futuro más justo y satisfactorio.
Tras varios años de tensiones con la gerencia actual sin alcanzar acuerdos, los empleados han decidido poner fin a la protesta, aunque no sin antes dejar claro su desconfianza hacia la administración saliente. “Queremos aire fresco. Nos hemos rendido con la gerencia actual, que no ha sabido escucharnos ni valorar nuestro esfuerzo durante tantos años. Estamos deseando que Ribera entre en la gestión y podamos acogernos a su convenio, que sin duda mejorará nuestras condiciones laborales”, han expresado los representantes sindicales.
Incumplimiento de los trienios y otros problemas laborales
Uno de los puntos más críticos en la relación entre los trabajadores y la gerencia ha sido el incumplimiento de aspectos fundamentales del convenio de 2016, especialmente en lo relativo a los trienios. Según el Comité de Empresa, el acuerdo congeló los trienios y, desde entonces, no se ha reconocido ni abonado ninguno, lo que ha generado un gran malestar entre los trabajadores. “El convenio de 2016 congeló nuestros trienios y, desde entonces, no se nos ha reconocido ni abonado lo que por derecho nos corresponde. Esto es solo un ejemplo más de la falta de compromiso por parte de la gerencia actual. La situación ya es insostenible”, señalan desde el Comité.
Este incumplimiento, junto con otros desacuerdos laborales, ha alimentado una creciente desconfianza hacia la actual dirección del hospital.
Confianza en Ribera y en el cambio de dirección
Los conflictos con la gerencia no son nuevos, y según el Comité, los problemas comenzaron mucho antes, desde el anterior convenio, que quedó paralizado y sigue sin resolverse. “Llevamos años esperando una respuesta, pero nunca hemos logrado avances. El convenio de 2016, que se firmó con la esperanza de mejorar nuestra situación, no se ha renovado. Nos sentimos atrapados, por eso confiamos en que Ribera traerá el cambio que necesitamos”, subrayan los representantes de los trabajadores.
Con la llegada del Grupo Ribera a la gestión del hospital los trabajadores esperan un cambio significativo en sus condiciones laborales. El proceso de traspaso, en su fase final y pendiente de la aprobación del Tribunal de la Competencia, les da la esperanza de que podrán acogerse a un nuevo convenio, que mejorará lo pactado en 2016. “Estamos convencidos de que con Ribera podremos mejorar nuestras condiciones y que nuestras voces serán escuchadas”, concluyen, confiando en que el cambio de dirección les permitirá avanzar hacia un futuro más justo y equilibrado.