En un contexto en el que la innovación tecnológica suele asociarse a grandes inversiones en inteligencia artificial o dispositivos de alta gama, una herramienta nacida en la Región de Murcia está demostrando que la accesibilidad también puede ser motor económico y social. La empresa Neosistec, con su sistema de códigos de colores de última generación NaviLens, desarrollado íntegramente en la Región de Murcia, está transformando la manera en que empresas, instituciones y administraciones abordan la inclusión.
A principios de 2026, la tecnológica murciana renovará 11.500 placas del municipio de Murcia. Desde la compañía confirman que a partir de ahora, dicho proyecto da un salto cuantitativo y cualitativo expandiéndose a varias pedanías, llevando la accesibilidad y la información digital más allá del centro histórico. Esto transforma una simple placa de calle en una herramienta útil tanto para el tránsito urbano diario del ciudadano como para la experiencia del turista.

María Sánchez, responsable de comunicación, añade que es la primera vez que se desarrolla una iniciativa de este tipo a nivel regional, incorporando información dinámica y actualizable. “Hasta ahora, nuestros códigos estaban presentes en más de 150 puntos estratégicos, principalmente a lo largo del trazado de la antigua muralla medieval y plazas céntricas. Ahora nuestra tecnología se extenderá a la mayoría de pedanías de la ciudad. La principal novedad es que los ciudadanos podrán acceder a información en tiempo real sobre temperatura y sensación térmica, niveles de ruido, humedad y presión atmosférica, velocidad del viento así como la calidad del aire», detalla Sánchez.
«Al escanear el código, el usuario no solo accederá a datos históricos y curiosidades de la calle (funcionalidad ya existente), sino que ahora las placas se convierten en estaciones de información ambiental en tiempo real. Gracias a la integración con los datos de la web municipal ‘Murcia al Instante’, reitera la responsable.
La compañía no utiliza códigos QR, sino códigos NaviLens de última generación, diseñados para romper barreras. La experiencia se adapta según el usuario ya que a las personas con discapacidad visual les permite localizar la placa y leer la información mediante voz de forma totalmente accesible. También para el público general y turistas (App NaviLens GO), ofrece la información visual, histórica y ambiental con realidad aumentada en múltiples idiomas.
«Entre las numerosas ventajas, el usuario lo puede escanear a 12 metros de distancia, sin tener que encuadrar ni enfocar; se detecta en movimiento y con ángulos de hasta 160 grados. Además, la lectura es instantánea, en milisegundos, y funciona en cualquier condición de luz», detallan desde la compañía.
Uno de los factores clave del modelo NaviLens es también su bajo coste de implementación combinado con un alto retorno social. La tecnología, ya adoptada por compañías como Mercadona, Alcampo, Kellogg’s o Procter & Gamble, no solo facilita la experiencia de clientes con discapacidad visual o intelectual, sino que también incrementa la fidelización y mejora la reputación corporativa.
El impacto de la compañía ha llamado la atención internacional: Forbes la ha seleccionado recientemente como una de las cien empresas de accesibilidad más relevantes del mundo. Según estimaciones del sector, las empresas que adoptan soluciones accesibles pueden aumentar entre un 8% y un 15% su base de clientes potenciales al eliminar barreras en el acceso a la información.
En el Metro de Madrid, más de 2.000 códigos instalados permiten una movilidad más autónoma para miles de usuarios, reduciendo la necesidad de asistencia directa y optimizando la gestión del flujo de pasajeros. En el ámbito educativo, colegios e instituciones han incorporado pictogramas y mensajes personalizados, favoreciendo la inclusión sin necesidad de costosas adaptaciones físicas.
El coste medio de implementación de NaviLens es inferior al de la señalización tradicional y, además, permite actualizar la información de forma remota, reduciendo gastos de mantenimiento y aumentando la flexibilidad operativa.
A nivel macroeconómico, este tipo de soluciones se inscribe en el auge de la economía del bienestar inclusivo, un sector que la Comisión Europea estima que podría generar más de 4 millones de empleos en la próxima década en ámbitos como accesibilidad, tecnología social o diseño universal.
El éxito de NaviLens evidencia un cambio de paradigma: la accesibilidad como inversión estratégica. Su expansión internacional —con presencia en Reino Unido, Estados Unidos, Francia o Japón— demuestra que la innovación social puede competir globalmente y aportar rentabilidad económica, reputacional y humana.

